lunes, 27 de febrero de 2012
Fichas para colorear
¿ Sabéis si vuestros hijos conocen realmente la comida saludable? Animaros y decidles que coloreen el menú más saludable. Saludos.
domingo, 26 de febrero de 2012
Recomendaciones a padres
Comer requiere un aprendizaje. La
imitación y el establecimiento de una rutina de costumbres serán elementos
básicos.
Para alimentar a los niños debemos seguir las
recomendaciones de los profesionales formados para ello. Existen variaciones
sobre las diversas pautas, la variedad de criterios no supone contradicción.
Cada niño es diferente y tiene sus propios gustos,
hay que tenerlos en cuenta.
Se come para desarrollarse y crecer, es una de las
bases de la buena salud. Este objetivo lo puede conseguir cada niño con un modo
diferente de comer.
La comida no es un campo de batalla, no hay que
angustiarse si el niño no come. Consulte al personal sanitario si tiene dudas,
no a los familiares o vecinos. No lo fuerce a comer ni le riña. Más bien
estimúlele a probar nuevos alimentos, consiga que éstos presenten un aspecto
agradable y haga que la comida sea un rato relajado y placentero para usted y
para su hijo.
Si el niño ya es
obeso, lo ideal es coordinar un trabajo en conjunto entre el niño, los padres y
sus profesores para estimular la reducción de peso. Los medicamentos están
descartados tanto como una dieta demasiado estricta, pues lo importante es
convencerlos de cambiar sus hábitos alimenticios y de sedentarismo. Trucos de los padres: la ayuda más importante que pueden brindar los
padres a un niño obeso es apoyarlo y evitarle todo tipo de tentaciones:
·
No dejar la comida a la vista del niño.
·
No comprar nada que tenga que prohibir a su
hijo.
·
Servir la comida en cantidad moderada.
·
Comer siempre en el mismo lugar.
·
Servir los platos en la cocina.
·
Comer lento.
·
No asociar otras actividades a la alimentación.
·
Intentar dejar comida en el plato.
·
Concentrarse en la comida.
·
Eliminar dulces y azúcar.
· Un régimen psicológico: la gordura no es
sinónima de salud o felicidad. “La popular imagen del gordo feliz”, no es más
que un mito, porque la mayoría de los niños obesos son intensamente
desdichados, no sólo tienen que enfrentarse a las burlas y rechazos de los
otros niños sino que, además, se ven a sí mismos como algo desagradable. Llegan
a vivir su gordura como una especie de desgracia que les ha caído encima,
cuando lo cierto es que está motivada por malos hábitos adquiridos poco a poco.
Si recibe un chocolate cuando está triste, patatas fritas cuando se cae en la
calle y, cuando se aburre una porción de tarta, el niño puede llegar a
confundir cualquier sensación desagradable con el hambre. Con este aprendizaje
erróneo, la ansiedad, el aburrimiento o la depresión, lo llevarán
inexorablemente a la cocina, dónde encontrará un consuelo inadecuado. Si él no
adelgaza cabe pedir ayuda. Se hace una evaluación de sus hábitos alimenticios:
cuánto come, cuándo, ante qué situaciones, etc., para poder modificar su
comportamiento, y se pacta con él la cantidad y calidad de alimentos que ha de
ingerir. Seguramente el niño va a cometer errores, pero se trata de que reduzca
cada vez más el número de éstos.
¿Qué cambios de conducta deben buscarse
en el niño obeso y en su familia?
Los cambios que se buscan consisten
en modificaciones a largo plazo y permanentes en el estilo de vida ya que estos
cambios acompañarán al niño para siempre. Estas modificaciones (que se
efectuarán en términos de refuerzos positivos, celebrando la nueva conducta
alcanzada más que el cambio de peso), deben darse básicamente en dos
direcciones:
- Disminución del sedentarismo, no sólo para reducir el peso sino también para conseguir un mejor estado de salud. Se puede empezar por disminuir el número de horas que el niño ve TV y juega con el ordenador y videoconsola y luego incorporar la actividad física a la rutina diaria (caminar, jugar). Poco a poco se puede aumentar el tiempo de ejercicio e indicar la práctica de deportes más activos.
- Cambios en la alimentación, según cual sea el problema detectado en la historia alimentaria.
Entre otras medidas deben
considerarse las siguientes:
- El niño no debe comer fuera de los horarios establecidos.
- Deben preferirse los edulcorantes sintéticos.
Dieta Equilibrada
Es sumamente complicado fijar unas normas nutricionales que se adapten a todos los seres humanos, puesto que cada raza un tipo de alimentación distinta, ya que está influencia por diversos factores, como el clima, el tipo de actividad física que realiza cada sociedad, por otra parte los alimentos son distintos en las diversas áreas del planeta.
Pero los investigadores coinciden en recomendar una
dieta equilibrada que contenga todos los requerimientos nutricionales mínimos y
necesarios para lograr una adecuada salud física. No deben
producirse ni excesos ni carencia de los mismos.
Recomendaciones:
1. Comer variadamente de
todos los grupos de alimentos, aumentando el consumo de carbohidratos hasta
un 55 o 60 % del ingreso energético total, sin que la ingestión de azúcares
simples sobrepase el 10 % del total. Se recomienda aumentar el consumo de
frutas, vegetales y granos completos de cereales, con reducción del consumo de
azúcar refinada y alimentos ricos en
ella.
2. Reducir el consumo de grasas hasta un 30 %
del ingreso energético total, siendo el reparto entre la grasa saturada,
monoinsaturada y poliinsaturada algo diferente a lo que se venía recomendando
hasta ahora. En base a la prevención de enfermedades cardiovasculares se ha
pasado a recomendar que las grasas monoinsaturadas constituyan un 15 % del
total de las calorías ingeridas, a costa de la reducción a un 5 % de las
poliinsaturadas. Las grasas saturadas deben constituir menos de un 10 % del
total. Además se recomienda reducir el consumo de colesterol hasta 300 mg/día.
3. Limitar la tasa de proteínas hasta un
15 % del ingreso energético diario o 0,8 gr por kilo de peso y día, siempre y
cuando las calorías ingeridas sean suficientes para cubrir las necesidades
diarias de energía. De no ser así, las proteínas se utilizarían como
combustible celular en vez de cumplir funciones plásticas (construcción y
regeneración de tejidos) y se produciría un balance de nitrógeno negativo. También
se sigue recomendando disminuir el consumo de carnes rojas y aumentar el de
aves y pescados.
4. La cantidad de fibra
vegetal presente en la dieta no debe ser nunca inferior a los 22 gr/día. Se ha
añadido una nueva recomendación en el sentido de que la fibra aportada no debe
estar constituida únicamente por fibras insolubles (con celulosa), sino que un
50 % del total corresponderá a fibras solubles (con pectinas).
5. Se aconseja no sobrepasar
el consumo de sal en 3 gr/día para evitar un aporte excesivo de sodio, que podría
dar lugar a sobrecarga renal e hipertensión. Evitar también los alimentos con
alto contenido de sal. Estos son la mayoría de los alimentos procesados y
conservas de comidas preparadas.
6. Finalmente nos recomiendan
que si consumimos bebidas alcohólicas, debemos hacerlo con moderación. Parece
obvio y sin embargo una gran parte de la población juvenil de los países
industrializados consume alcohol en exceso y en cantidades cada vez mayores.
OBESIDAD INFANTIL
La obesidad es un problema emergente de salud
pública. La principal enfermedad en los países desarrollados. Es un proceso
silente que comienza en la infancia. Se puede definir como un aumento de la
grasa corporal hasta un nivel que significa riesgos para la salud.
El
sobrepeso en la adolescencia se ha asociado con un incremento de la mortalidad
y la morbilidad en el largo plazo.
Otro
efecto frecuente se relaciona con el desarrollo de trastornos psicosociales, a
saber, baja autoestima, problemas con la adaptación social y con el rendimiento
escolar y habilidades motoras reducidas.
En
el mediano y largo plazo también se ha observado un menor ingreso económico y
mayores niveles de pobreza. También son frecuentes las dislipidemias, la
hipertensión y la resistencia a la insulina, que deben explorarse en los
adolescentes obesos, sobre todo cuando existen antecedentes familiares.
Durante
la infancia y la adolescencia del ser humano se fraguan modelos de
comportamiento nutricional que muy probablemente le acompañaran durante toda su
vida. También los hábitos, en lo que al ejercicio físico se refiere, se
establecen en estos periodos. Las edades clave son los 6-7 años y los 12-14
años. Un balance positivo de energía, aunque sea escaso, sostenido y prolongado
en el tiempo, es suficiente para inducir un aumento significativo de peso y de
tejido adiposo. Este aumento de grasa se deposita en el tejido subcutáneo y en
el área visceral, provocando el sobrepeso y después un grado más: la obesidad.
El
tratamiento individual de la obesidad infantil suele ser poco exitoso y ello se
debe a la falta de objetivos y metas claras, así como de un enfoque integral
que abarque todos los aspectos integrados en su génesis. El objetivo del
tratamiento individual debe ser el lograr y mantener hábitos nutricionales y estilos
de vida que permitan un equilibrio constante entre la ingesta y el gasto
calórico y que corrijan o prevengan alteraciones metabólicas, ya que estas
perpetúan la obesidad y preceden a las enfermedades crónicas del adulto,
asociadas al sobrepeso. Se señala que “tradicionalmente los programas de
obesidad han sido dirigidos a conseguir una disminución del peso corporal,
utilizando dietas restrictivas que no estimulan el cambio de hábitos ni
corrigen los trastornos metabólicos. Por otra parte, la alta prevalencia de
obesidad (50-60%) en los padres y madres de niños obesos, señala la necesidad
de integrar a la familia a todos los pasos del tratamiento.
domingo, 5 de febrero de 2012
Quemaduras
Aquí os dejo un enlace muy explicativo sobre lo que tenemos que hacer en caso de sufrir quemaduras.
Es importante:
No utilizar pasta de dientes u otros "mejunjes" en las heridas.
Utilizar gasas, pues el algodón deja fibras que pueden infectar la herida, tanto si es quemadura como si es cualquier otra herida.
Es importante:
No utilizar pasta de dientes u otros "mejunjes" en las heridas.
Utilizar gasas, pues el algodón deja fibras que pueden infectar la herida, tanto si es quemadura como si es cualquier otra herida.
viernes, 3 de febrero de 2012
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